Risonella, ubicado a las afueras de Ibagué, trae una propuesta gastronómica diferente con productos a base del arroz cultivado en la meseta tolimense. Con ganas de dejar atrás los QR y ofrecer a sus clientes una carta física fiel a "la expresión" como uno de sus valores de marca principales, me encargaron 3 collages que expresaran la vocación campesina de la región y la tradición arrocera de la marca. 

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Con esto en mente, creé un concepto para articular horneados, cocina y bar–las tres líneas principales del restaurante– en un universo visual que muestra el recorrido de los productos desde el cultivo hasta la mesa. El menú de horneados muestra como el arroz germina gracias al sol, el agua y la tierra; el de cocina refleja frutas y verduras frescas del huerto con los platos representativos del restaurante fabricados por artesanos del Carmen de Viboral y, por último, en el menú del bar se ven hierbas, almíbares y una expresión visual de los aromas con elementos simbólicos que le inyectan fantasía al disfrute de la noche.